sábado, 3 de diciembre de 2011


Lo encontré por primera vez una noche que íbamos todos de juerga .Se paró a saludar a uno de los ingenuos caballeros que habíamos conocido esa noche. Sólo recuerdo que pensé: ojalá me saludara a mi. Las casualidades no existen, o al menos eso dicen.Así que ese mismo amanecer desperté en su cama, pero él, que me había ayudado a desnudarme con pasión la otra noche, esa mañana no hizo amago de ponerme la ropa , en la vida nadie te ayuda si estás jodido y si te ayudan es porque te quieren joder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario