lunes, 13 de junio de 2011

Y ahora que te has marchado me invento los domingos...



Ella era París por las mañanas.Al borde del amanecer,cuando la línea del cielo empieza a clarear y flota en el aire ese olor a nuevo, a día recién estrenado.Era París aun cuando no quería, pese a su cuidado acento y a sus jerséis con importación de Armani.No le gustaba y solía no reconocerlo, pero era Parías más que ninguna.
Yo la conocí cuando aún nadie la había querido, entonces era fácil encariñarse de sus pecas y de las salpicaduras de aceite de su camisa recién planchada.Era sencillo arrimarse a ella y cogerla de los los pedazos de inocencia y dulzura que aún era capaz de destilar.Me enamoré de ella por que fui capaz de verme reflejado en sus pupilas semitransparentes.Vi en ella todo que que yo, antaño, había sido y ya no era.Junto a ella volví a ser un poco más París yo también.
yo la miraba entonces y recordaba aquella ciudad sombrías, su olor, su mezcla de voces y de risas,de todo aquello que había muerto allí mientras nosotros habíamos sobrevivido. La miraba al borde del abismo, con el pico aún clavado en su vena preferida, y pensaba tu eres París, tu eres todo lo bonito que vivimos allí una vez.Aunque no me saliera la voz ella lo sabía, lo intuía en mis ojos y sonreía un poco porque era dulce pensar que todavía alguien veía todo lo bueno que había tenido dentro.


jueves, 9 de junio de 2011




Amor que sabe a poco.

 
Que estúpida fui, que orgulloso y  arrogante  llegaste a ser.

martes, 7 de junio de 2011

Siempre tuyo, siempre mío, siempre nuestros.
Aunque me cueste decirlo... aun te echo 
de menos.

Quiero un amor de verano, que empiece en el otro lado del planeta, que la monotonía se escape al ratito de llegar , quiero sexo desenfrenado en la playa y promesas de amor eterno con fecha de caducidad, quiero mil doscientos trentayseis momento bonitos. para que cuando vuelva no pueda sacarlo de mi mente ni con aguarrás.Quiero recordar el sabor de su lengua mucho tiempo después, una noche en mi cama y que de repente me entren unas ganas tremendas de llamar.Quiero que él esté con sus amigos que pase una chica parecida a mi y piense " ¿Qué estará haciendo ahora?.Quiero un amor de verano que se vaya el mismo día que meto mis biquinis en el armario, pero que dure lo suficiente para tenerme en ascuas todo el año.  

sábado, 4 de junio de 2011

Queda mucho para volver a verte, aunque pensándolo bien, la última vez que te vi había pasado muchísimo tiempo así que realmente puede que no quede tanto, ya sabes eso que dicen: la vida se mide por suspiros.Es una noche de agosto.Estás donde siempre, de bar en bar por los garitos del centro, probablemente estés en la puntilla o en el blanco y negro.Sí ,eres treméndamente predecible, pero no te preocupes es parte de tú encanto.Yo voy monísima, no he salido corriendo de casa,esta vez no.Quería que cuando tus amigos me viesen pensaran"ojalá fuera mía" , tú eres  el último en girarte y me ves allí delante tuya, preciosa, vestida para enamorarte. Pregunto un que tal a todo el grupo, ya sabes que tus amigos me adoran, pero realmente solo me importa tu respuesta, tu como siempre tardas demasiado en pillarlo y me voy, por donde he venido, en dirección a mis amigas, con una sonrisa y guiñándoles un ojo. Después del tercer cubata me acerco de nuevo, y un poco borracha y un poco nerviosa bailo a tu alrededor.Tú no tienes más remedio que seguirme el rollo, aunque se que odias bailar, por que si no esa noche te quedas con el calentón.Después de un rato, me dices" ¿Sí te entro, te vas a apartar?".Nunca has sido capaz de saltar a la piscina sin saber que hay agua debajo, eres demasiado gallina o demasiado crío, o un poco de las dos cosas.Ya no hace falta que me digas más, ni si quiera tengo que contestar.Todo el mundo nos mira, como la última vez, ya sabes te lo he dicho mil veces, yo soy una chica difícil, pero tú descontrolas, me traes de cabeza, haces que suba la temperatura. En resumen: me pones a 1000.

jueves, 2 de junio de 2011

-Conseguiste que te entregara todo lo que podía darte, el cien por cien, entre el crujido de el colchón y los gemidos de esa noche  fue tuya, por completo.
-Ahora ya no se si la quiero,antes estaba completamente seguro.De verdad.Antes pensaba que ella era la única persona que merecía la pena a mi alrededor.
-Hombre, gracias por la parte que me toca. 
-Ya me entiendes, creía que estaba enamorado, por primera vez.
-Puede que lo estuvieras, el amor no dura siempre. Aveces amamos a alguien , de repente se nos olvida el porque y dejamos de hacerlo.
-Pero ¿Qué la voy a decir?.
-Dile la verdad, que la has querido mucho, muchísimo.Que has sido realmente feliz a su lado.Que has descubierto 200 tipos de sonrisas que ni siquiera sabías que tenías.Dile que la primera vez que la viste pensaste que nunca verías nada tan perfecto.Necesitabas que fuera tuya o morirías. Dile la verdad, que ha sido ella.Porque aun que aún no lo sepas, es ella.Ella es la primera, la chica con la que compararás a todas las demás.Dile que la necesitabas más de lo que te gustaba admitir, que lo vuestro era algo serio.No hagas las cosas fáciles ni digas lo que ella quiere escuchar.
-Pero no quiero hacerla daño, es lo último que quiero de verdad.
-Es difícil no hacer daño a los que quieres, es muy complicado.Pero ella se lo merece, se merece una explicación, se merece saber que tú cambiaste por ella.
-¿Y si eso hace que lo pase peor?...
-A eso me refiero con que has cambiado por ella, hace un par de meses no te hubiera importado dejar a una tía por teléfono el día de su cumpleaños, aunque le rompieras el corazón, sin embargo mírate ahora...te mueres solo de pensar en que ella pueda salir lastimada de todo esto.

-¿Eso que significa?
-Significa que dejes de acogonarte, que dejes de tener miedo a lo que sientes.Porque por mucho que la dejes,que termines con ella eso no se va a acabar.El amor no se acaba solo por que quieras terminar con él, así que olvídate del asunto y ve a decirla que la quieres, hoy más que nuca.

 Los domingos que llovía nos quedábamos toda la mañana metidos en la cama, escuchando en silencio como las gotas de agua repiqueteaban en los cristales. Cuando nos entraba hambre nos devorábamos los te quieros, y no dejábamos ni una miga, ni un latido que se escapara entre las sábanas. 











miércoles, 1 de junio de 2011