jueves, 12 de julio de 2012

Tenía miedo de perderte y perdernos.Así de simple.Que estúpida ¿no?. Preferí jugar a enredarme y hacerlo todo un poco más complicado, por si no te habías dado cuenta. Las mañanas a tu lado, con resaca de tanto beso en el cuello y caricias en la espalda me las guardo para mi. Que nada puede cambiar esa promesa y el para siempre en un candado escrito a fuego sobre la historia de París. Tú y yo eramos historia, la nuestra con segundas partes y terceras y rencores. Siempre lo dices: a nosotros nos falta el polvo de reconciliación y a lo mejor a sido justo eso, tus ganas de echar un polvo y mis ansias desesperadas por hacer el amor. Sé que ha tenido que ver mi miedo irracional a quedarme sola y es que me aterra el silencio que hay después de que te vayas, pero lo he echo mío, tan natural como respirar.Y ahora me doy cuenta; que te quise, da igual lo que tu creas, lo que digan, los recuerdos. Yo te quise, muchísimo, por hacerme creer para llegar a dar de si mi corazón , por tener espacio para mi y mis dudas en tu cama, por las canciones de pereza escritas para  nosotros. Pero te quise como solo puedo querer yo, ya me lo dijiste, como un histérica, una loca que se emborrachó contigo demasiado rápido, corriendo para que no te largaras. Pero me arrepiento, por no haberte dado ticket de devolución, porque ahora lo vas a querer , no te culpo, esta es la peor parte: ya no puedo quererte más.