jueves, 24 de enero de 2013


Querido tú:
Espero que me entiendas o que al menos lo intentes.Que me leas.Espero que me esperes.
Sé que no todo has sido fácil, que jodo la mitad de lo que toco y la otra mitad la dejo echa un desastre irreconocible pero hubo un tiempo que fuiste fenix por mi y resurgiste de tus cenizas. Sé que es mucho pedir, pero¿podrías volver ha hacerlo?. No me lo merezco, y por eso no te lo exijo, antes podría haberlo hecho. Podría haberte pedido que hicieras que el sol naciera y se pudiera conmigo. Sé que lo hubieras conseguido, por mi. Pero ya no tengo derecho a pedirte nada, por eso te lo suplico. Vuelve a reconstruirte, es duro, lo sé.Vuelve a creer en mi (creo que eso es todavía más duro). Vuelve a quererme, por favor.Intenté olvidarte e intenté que no te enteraras, que bien me conoces y que bonito es que sepas como cautivarme. Te he hecho daño, es algo con lo que ambos debemos aprender a vivir. Yo aprenderé a no sentirme culpable cada vez que te vea sangrando y con el corazón en la mano después de habértelo arrancado. Tú tienes que enseñarte a no mirarme y ver el peso de todos los besos que no te di, de todos las veces que te dejé con la palabra en la boca y las mentiras detrás mío.Tienes que olvidarte de todo o aprender a vivir con ello, porque yo necesito que me quieras de nuevo. Sé que es egoísta por mi parte, me fui y ahora vengo mendigando una caricia.Pero no puedo hacer otra cosa, ya sé que no puedo no quererte y que me he dado cuenta tarde y con prisas. Siento no ser perfecta (podemos ponerlo en la lista de cosas por las que te tengo que pedir perdón), pero necesito que me necesites joder.Pon un poco de libros de poesía y yo prometo que por mi parte pondré un millón de quejas porque no sabes recitar ni un solo poema. Dime que odias el café y yo juro tomarme uno por ti cada mañana. Cuéntame que pesadillas no te dejan dormir y te contaré que lo único que no me deja dormir a mi es la pesadilla de que ahora seas tú el que se marche. Juro no dejarte nunca.Este es el último para siempre que recito a tu almohada, o sobre tu pecho o a tu oído si quiere escucharme. Es el último y le primero que voy a cumplir.Parece una eternidad y sé que para ti ahora es un castigo lo que para mi supondría el mejor de los premios.Me odias y no te lo reprocho, pero nadie sabe mejor que nosotros que  del amor al odio solo ahí un camino de gasolina y que hace tiempo que yo tengo una cerilla encendida. También sabes que de estar gritándonos en cualquier restaurante caro a empotrarme contra los baños arañándome la piel ahí una mirada cómplice.Lo único que puedo sacar en claro de todo esto es que tú me necesitas tanto o más de lo que me necesitaste algún día y que esta vez yo soy la que va a querer por los dos. Ya no tengo miedo, no me asusta atarme a ti, o quizás ahora lo que me asuste es no atarme. No quiero dejarme tocar por cualquier cuerpo que emita un calor similar al tuyo, quiero que sean tus manos la que me recorran y se aprendan el mapa de mi cuerpo. Ahora comprendo que nunca tuve elección, sabías que volvería a ti, a tu cuerpo, a tu olor, que volvería al recuerdo de lo que un día fuimos, la promesa de lo que pudimos llegar a ser.Te quiero o te quise no estoy segura, pero lo que si sé que te necesitaré

Adiós, te veo en los baños, tú.
Ella.

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