sábado, 26 de enero de 2013

Leí en algún libro que las personas somos como granadas, granadas apunto de explotar constantemente.No sé si lo entenderás, yo creó que es algo así ; no somos granadas auto destructivas ni nada por el estilo, cuando estallamos no nos dañamos a nosotros mismos, ni cambiamos nuestro epicentro ni dejamos un agujero debajo de nuestros pies. Somos granadas para las personas que nos rodean, granadas que cuando estallan, cuando desaparecen bajo una nube de humo dejan tocadas de muerte a la persona que teníamos al lado. Tú eres mi granada, o como quieras decirlo, si te vas, si por una casualidad del destino explotas, me quedaré sola. Freud decía que tenemos mecanismos de defensa para olvidar todo eso que nos duele.Las cosas malas solemos ponerlas a un lado y dejar que se vallan, creo que es porque hacemos balance y  decidimos que pesan más los besos y las caricias que los enfados y las malas contestaciones. ¿ Sabes cual es el problema contigo?, soy incapaz de saber cuando empieza una abrazo y termina una bronca, o una borrachera con palabras que no se deberían decir. Todavía no he decidido si eso me gusta o me asusta, así que supongo que me quedaré por aquí el tiempo suficiente para descubrirlo.De momento este descubrimiento que empezó como un juego está siendo el más apasionante de mi vida.
Así que felicidades, o felicidad.

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