Por mi parte intentaré poner un poco más de miradas profundas ,ojos del color del chocolate derretido,caricias en en hueco de tu omóplato que pide a gritos ser tatuado, propuestas indecentes y besos fugaces en tu lóbulo derecho,tres minutos antes de que suene el despertador, lunas llenas para alumbrar tus pecas, silencios incómodos, unos brazos en los que perderte un día de estos,clases prácticas de anatomía avanzada, melena al viento corriendo por cualquier vagón de metro, recortes de convicciones echas de besos en bares, las doce de la noche entres tus sabanas,celos infundados en razones caóticas,apuntar directo al corazón, ser vulnerable de cualquiera de las doce maneras que desees,amor embotellado bajo la marca de un "ojalá no te quisiera tanto", cantidades innumerables de malos entendidos y hasta luegos, un céntimo por cada pensamiento conmigo, un amor tan fugaz y efímero como devastador.A cambio solo te pido que me mires cada mañana como si pudieras desnudarme el alma, que te fundas conmigo en cualquier foto revelada, nada de castigos en silencio con mis besos atormentando tus neuronas, cada segundo exasperado que pases en tu mundo, que es un poco mío también.mañanas encerrada en tu cuarto bajo llave, y tirarla lejos, muy lejos de nosotros dos, canciones escritas para mi, ser la musas de los tugurios que frecuentes, enamorarnos mientras el mundo se desmorona,tocarme hasta encenderme todas las luces de mi cuerpo,  hacer que estallen los fuegos artificiales en mi órgano vital,susurrarme que París jamás se irá sin nosotros.

—Tú me desprecias, ¿verdad? —Si pensara en tí, te despreciaría.