Fuiste mía y solo mía en mis horas de miseria.
sábado, 14 de enero de 2012
En Nueva York lo llena todo el sexo: los que lo
consiguen, los que intentan conseguirlo y los
que no se comen ni una rosca. No me extraña
que la ciudad nunca duerma, está siempre
pensando en echar un polvo...
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