miércoles, 12 de octubre de 2011


Querida amiga, que a mi también me han roto el corazón, pero aquí sigo. Con mis días buenos y malos, pero sigo. Con sonrisas y alguna que otra lágrima, pero sigo. A palos, sí, pero sigo. Porque ser valiente no es luchar y aferrarte a alguien con todas tus fuerzas, o pasar las noches en vela llorando esperando a que regrese...
Las verdaderas valientes somos las que sabemos decir ''Hasta aquí'', y poner fin a las mentiras, a la angustia, al sufrimiento... A ese cúmulo de cosas que llegan cuando el amor se va. Porque tarde o temprano se irá, y es algo que hay que saber aceptar. Las fuertes no son las que perdonan una y otra vez, las que hacen mil cosas por recuperarle e intentan por todos los medios hacerle el boca boca a sentimientos que hace tiempo que están muertos...
Las fuertes de verdad somos las que decidimos marcharnos. Las que aprendemos a olvidar, aún sabiendo lo que eso cuesta. Las que nos levantamos de la cama sin él yafrontamos un nuevo día con la mejor sonrisa. Las que sabemos que si realmente quiere volver; volverá. Y que si no vuelve jamás habrá merecido la pena. Porque sentir dolor es inevitable pero sufrir es opcional. Y somos de las que decidimos no sufrir. De las que sabemos que merecemos ser felices.

Y eso no significa que queramos menos que las demás, simplemente tenemos un secreto que hemos aprendido con el tiempo y las decepciones: querernos a nosotras mismas por encima de cualquier cosa. Porque, si no lo haces, estás perdida. Y ya vendrá otro que te haga vibrar de nuevo, porque tienes toda la vida para encontrarle. Así que no desesperes. Que a tu lado tendrás siempre lo que te mereces, que no es poco. Y él ha demostrado ser bastante menos que eso. Y es que, querida amiga, como podría yo explicar que la pena dura tanto como quieras túseguir llorando...

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