domingo, 22 de septiembre de 2013

Una noche de viernes, llena de promesas y una vida por delante. Una sala abarrotada de personas que no se conocen, pero que se enamorarán o simplemente se  follarán los miedos en esos mismos baños. Las luces de neón reflejan ojos que miran bocas que suplican que las besen.Él ni si quiera buscaba compañía, y mucho menos a ella. Ella apenas es capaz de contener la respiración bajo el maquillaje que esconde su inocencia. Hace mucho que no estallan juntos, o tal vez nunca lo hayan hecho del todo. Se miran y parece que el reto del mundo explote con los acordes de la canción. Ella se siente sexy como el infierno, él la mira y ve a la niña que todavía gira en un tiovivo a su alrededor y lo marea. Parece que los focos se han vuelto fanáticos de su vestido blanco y no se despegan de su melena . Incluso la música parece acompasada con los latidos de su corazón. Ahora entiende la frase "Odio la distancia, pero que bonito estás cuando apareces". No ha pasado tanto tiempo desde que se derramaron por ultima vez en uno en el otro¿verdad?. Puede que ya no tengan la luna llena pero siguen siendo kamikazes locos y enamorados que buscan matarse . Quieren colapsar de nuevo en uno frente al otro y que esta vez no haya ni un solo superviviente. Se acercan, se rozan las manos y los dedos con los que eran capaces de leerse la piel en brille o dibujarse constelaciones.Los ojos parecen abrir puertas al alma o a algún rincón que compartían no hace tanto.Y así de simple, se vuelven a querer, o así de complicado según como se mire. Ella vuelve a ser la niña que nunca quiso crecer, le mira de nuevo como si tuviera que salvarla de caer en un abismo. Él vuelve a ser héroe, recoge un beso suicida con su boca y le acuna la vergüenza para que se libere de ella. Saben que ese momento durará un respiro, como siempre. Él seguirá siendo el mismo cobarde que no sabe despegarse del miedo y vivir, ella nunca querrá deshacerse de su coraza. Él regresará con otra, aunque quererla ya no parezca opcional , acabará mintiéndose de nuevo y regresará a los brazos de su chica, o la chica que lo atrapó .Y ella no querrá admitir que siente más de lo que debería.Dentro de un tiempo volverán a encontrase y la magia saltará entre chispas iluminándolos, y de nuevo fingirán ser los únicos que no se dan cuenta de que el amor no pregunta, si no que arrolla.



«— No pienso irme hasta que me digas qué pasa.
— No es que pase nada. Somos...
— ¿Qué? ¿Qué somos?
— Solo amigos.
— No. No me cuentes eso a mí. No te atrevas ni a... Así no es como se trata a un amigo. ¿Besándome en la fotocopiadora? ¿De la manita por IKEA? ¿Follando en la ducha? Vamos, amigos mis pelotas».

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