viernes, 6 de diciembre de 2013

Hoy te he visto desnudo,
como quien ve una flor despojarse de sus pétalos,
y he sabido lo que era caminar por los bordes de los vagones de metro
pasar la mano por encima de una llama y retirarla al instante
montar en moto sin casco y con un millón de sueños en su lugar.
Hoy te has quitado la ropa y la armadura
has dejado de ser héroe inalcanzable y te has vuelto de carne y verdades
los ideales se han quedado en la esquina de aquella habitación
la que ha sido testigo de mis marcas de amor y tus imperfecciones
esa que ha visto nacer una estrella en pleno diciembre.
Te he visto tiritando enfrente mía y me he acojonado
por que los amaneceres no deberían temblar nunca
eso eres aunque a veces quieras negarlo y ser impostor
pero tú cariño, tú no eres noche por mucho que lo desees
estas lo primero en el orden natural de las cosas, al menos de las mías.
Imposible no fotografiarte en la retina y dejarte tiritando un poco más
pensando que esto es por mi,  por tu pautas y comas
que se me deshacen entre los dedos mientras te rozo los limites de la piel
me quedo con eso y tus labios fijando las fronteras de mis miedos
arañándome con pasión para dejarme tatuada con tu esencia.


Ojalá te dieras cuenta de que nadie jamás te ha mirado como yo te miré aquella primera vez, desnudándote y dejando desperfectos sin conocerte aún. Pero tú eres demasiado cobarde para admitir que tampoco vas a encontrar a nadie a quien tú seas capaz de desnudarle el amor solo con mirarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario