domingo, 18 de agosto de 2013

Cuesta tanto verse realmente, da tanto miedo quitarse la coraza y desnudarse delante de uno mismo.
Me aterra que el espejo no me devuelva el reflejo que ansió, o que mis ojos sean incapaces de verse en las paredes de mi anatomía. Me da tanto pánico no gustarte, no llegar a enamorarte como tu lo has hecho. Estar en una piel que no te pertenece, en un cuerpo que se escapa por los bordes. El lastre de no poder verte como mereces, de no poder quererte como lo necesitas. Me oprime el pecho, casi no me deja respirar.No hay espacio para nada más en esta cárcel en la que me he convertido a mi misma. No puedo dejarlo ir, y tampoco quiero que se vaya. Me merezco ser feliz, o al menos eso solía pensar. Solo dame una razón para no comprarme contigo. ¿Quién podría quererme a mi teniéndote delante?, me siento tan pequeña. Soy incapaz de estar delate de alguien sin taparme los defectos, sin ocultar las zonas oscuras que me tragan hacia dentro, obligándome a quedarme allí. Nadie puede verme así, nadie debería poder entrar en mi mundo, porque está lleno de cicatrices y de obsesiones enfermizas. Lo siento, siento tanto hacer daño a los que quiero. Pero ya no puedo seguir viendo como todo aumenta y no poner remedio, no hacer que pare de una vez. Solo quería gustarte y que tú me arreglaras.




No hay comentarios:

Publicar un comentario