domingo, 23 de febrero de 2014

Atento contra el amor en cada palabra que no digo, en cada susurro que desperdicio sin regalarme a tus oídos. Soy una fugitiva que busca refugio en tu cama desesperadamente, protección bajo tus sabanas. He visto mi propia muerte reflejada en tus pupilas tantas veces que ya no le tengo miedo a nada, solo a echarte de mi vida o a echarte de menos toda la vida,  no tengo nada claro esto último. Me has vuelto un saco roto de mentiras, a mi misma, a ti, al futuro que me niego a dejar pasar delante nuestra. Porque no quiero ser terrorista con cualquier cuerpo, me parece una injusticia mutilar a otro queriendo lisiarte el corazón solo a ti.Te diría mil promesas que no puedo cumplir y tu mientras me explicarías porque bailar bajo la lluvia se convierte en un ritual mágico si eres tú quien está descalzo, no se como no me había dado cuenta antes de que solo alguien como tú puede fundir todo Madrid deslizándose por el asfalto.
Nunca te he dicho que yo entoné la marcha de tu funeral cientos de veces, que escupí sobre nuestra historia, recé por no encontrarnos esa vez primera casi sin habernos conocido. Me he quedado también sin decirte que estamos atados, nos pertenecemos sobre la piel que se recuerda la una a la otra y se reclama en un lamento que desgarra. Somos esclavos de lo que hicimos, y somos unos cobardes que guardan su castigo en secreto, como si el amor fuera algo de que lo avergonzarse. No tienes ni idea de lo que darían la mitad de desgraciados de este planeta por ser capaces de volar como yo lo hago cuando me miras, o de destruir el caos cuando me besas.
Ya casi no recuerdo lo que significa un combate en tus labios, pero sé que son de esos donde alguno de los dos muere, como todo lo interesante que contienes. Tú tienes que subir la apuesta y quebrar a tu oponente, vencer a una batalla donde los dos queríamos devorarnos.No olvidaré lo que era ser tuya sin que tú fueras mío del todo,y a ti solo me queda recordarte que aún sigue siendo imposible negarme si eres tú quien suplica.

1 comentario:

  1. Debo reconocer que se echaba de menos algo tuyo por estos mundillos. Magnífico, como siempre, los pelos de punta. Un placer leerte.

    ResponderEliminar