jueves, 9 de febrero de 2012



Cogía sus cosas, dejando todo por medio. Se olvidaba las llaves, y llamaba por el telefonillo de madrugada, con voz resacosa. Entraba sin llamar, con las zapatillas llenas de barro, manchando la alfombra. Cambiaba de canal, sin importar qué estuvieras viendo, sólo por fastidiar. Abría la nevera, se paraba y miraba adentro unos segundos, con desgana. ¿Para qué? Siempre hacía lo mismo. Un par de cervezas, unas aceitunas bien saladas. Los pies encima de la mesa. Y luego se iba. Sin decir adiós. Con un portazo.
Nunca decía por favor, ni gracias. Sus buenos días eran una mirada excéntrica, con los ojos entrecerrados y el ceños fruncidos. Andaba arrastrando los pies, con los brazos colgando a ambos lados del cuerpo.
Si te hablaba era por alguna tontería, cosas sin importancia. No eres que te pregunte por tu vida, no le interesa, y tampoco fingirá hacerlo. Si discutís, procura no llevarle demasiado la contraria, a menos que lleves las de ganar. Le molesta que le interrumpan, explicar las cosas con detalle. No recordará ninguna fecha importante, ni siquiera lo que le contaste anoche.
Se mueve por propio interés. Sus ayudas serán si le da la gana, aunque suenen conmovedoras. Si se aburre, bostezará o dejará de mirarte a los ojos. ¿Manías? Sí, tiene varias. Se frota la nariz cada dos por tres, tiene un tic nervioso en la pierna, mueve mucho las manos. Casi siempre está con los cascos puestos, con el volumen muy alto, cantando en silencio y repiqueteando con los dedos.
Olvídate del contacto físico. A lo sumo, una palmada en la espalda, o, quizás, su mano sobre tu hombro. El cariño que te pueda mostrar vendrá en pequeñas dosis, en ciertas ocasiones, y serán en su mayoría palabras azucaradas.
Y, bueno, lo que piense o deje de pensar, pocas veces lo sabrás. Es más, mejor no saberlo.Su mundo es complicado y poco apetecible.
Esto es todo lo que tienes que saber, a lo que te tienes que enfrentar. ¿Puedes con ello? ¿Te ves capaz? Si estás dispuesto a entenderla, tendrás que aceptarla primero. No es normal, pero así es la normalidad en ella.
Pero te diré algo más, querido amigo, antes de nada. Aún con todo lo que te he avisado, debes saber que ella será lo mejor que te ha pasado. Formar parte de su mundo, el solo hecho de estar a su lado, será como estar vivo. Cuando la tengas olvidarás a todas las anteriores, ya no habrá nadie más.nunca más.
Pero eso es algo que tienes que descubrir por ti mismo.
Que sepas cuidarla, comprenderla y hacerla feliz, es lo único que pido. Haz lo que yo no supe hacer, y ahora entiendo. No cometas los mismos errores que yo cometí una vez, y lograron que la perdiera.fue lo peor que me ha pasado.Supongo que no hay mucho más que contar, es jodídamente complicada, pero también es maravillosa.No lo olvides.
Un saludo, y buena suerte. Tú.

1 comentario:

  1. He encontrado el blog por casualidad y me encanta! Así que te felicito porque es precioso. Te sigo.
    Un saludo, pásate :)

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