– No era más que un jugador visitante en el campo de tus sábanas. Nunca conseguí hacerme un hueco en tu armario o junto a tu cepillo de dientes. – Pero sabes que te quiero. – Nunca me lo dijiste. – Hay cosas que no hace falta decir. – Hay cosas que es necesario escuchar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario