jueves, 22 de septiembre de 2011









– No era más que un jugador visitante en el campo de tus sábanas. Nunca conseguí hacerme un hueco en tu armario o junto a tu cepillo de dientes.
– Pero sabes que te quiero.
– Nunca me lo dijiste.
– Hay cosas que no hace falta decir.
– Hay cosas que es necesario escuchar...

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