lunes, 12 de septiembre de 2011





Cada centímetro de tú piel se convirtió en mi perdición.




¿Cómo sería tu hombre perfecto?- le preguntó él.
+ Buen truco, ¿quieres intentar parecerte a él?
No es eso, idiota, ahora en serio...
+ De acuerdo. Sinceramente, mi hombre perfecto es el hombre imperfecto, la antítesis del hombre ideal. Que no sea romántico, yo tampoco lo soy. Que no sea un'caballero', pues soy más puta que dama. Que no se comporte, me hacen reír las estupideces. Que no bese tiernamente, me aburre. Que no me escuche, sino que me hable. Que no me pregunte como estoy, que sepa adivinarlo y remediarlo. Que me haga feliz, y que tengamos una complicidad irremediablemente irresistible.
¿Quieres un rebelde?
+ No, te quiero a ti.

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