Siempre fui un buen escritor enviada y durante un tiempo pensé que Nat era la mujer de mi vida. Que por fin había encontrado a mi alma gemela.Incluso ella pensó que me había cazado o que me había enamorado, que por aquella época era lo mismo para mi. Que equivocado estaba Eve, o como me hiciste cambiar. Cuando llegaste tú todas esas palabras me parecieron vacías.Quería retirar todos los te quieros que había dicho a lo largo de mis noches de sexo en otras camas, perdido en otros cuerpos. Ni si quiera podía tocarte y ya me sentía más atado a ti que a nadie que jamás hubiera conocido. Y Natalie, ella que había sido el centro de mi mundo dejó de merecerse mis miradas, dejó de impresionarme con sus enormes ojos y sus vestidos de terciopelo. De pronto todo lo que había hecho que me enamorara de ella comenzó a molestarme; verla sonreír me daba arcadas y su música me parecía patética. Sin embargo cuando te miré, comprendí de repente, que aquello a lo que había llamado amor solo era un reflejo. Supongo que cuando la encuentras lo sabes, a la persona que será la última. Al menos yo lo sentí. Te miré y quise protegerte, aunque claramente tú nunca quisiste que nadie te protegiera y menos yo.
Borraste todo aquello que me ataba a este mundo con solo mirarme, polvorilla.